Este es un viaje-traslado para el que me llevo bastantes más cosas de las que llevo normalmente en un viaje y, como las alforjas se me quedan cortas para contener todas mis pertenencias, decido comprarme un carro. Me he citado en Barcelona con un hombre que me vende uno que ya no necesita. Me espera en el barrio de Sants, en la calle Autonomía número 22. Una vez en su taller, me explica que ha hecho dos viajes con este carro: el canal de Midi y la vía verde de la Val de Zafán, en Teruel, rutas que también yo he hecho. Todo encaja. Cuando tengo una visión de conjunto del carro montado a mi bici siento euforia. Más allá de haber resuelto una cuestión práctica tengo la sensación de que mi vida se amplifica, ganando en autonomía y en libertad.